Eres grande Santa Bárbara,
bendita por gloria propia,
virgen y mártir valiente,
de Dios favorita santa.
Tú, siempre acudes a mi llamadas,
resuelves todas mis aflicciones
cambiando por dicha mis penas,
curando mis malestares,
consolando mis fracasos,
protegiendo mis caminos,
dándome fe si la pierdo,
alegrías si estoy si triste,
apoyo si desfallezco.
A ti hoy acudo humilde,
con toda mi fe y mi amor
para solicitarte consejo
y si puede ser, tu favor:
Estoy triste santa mía,
la vida me pone pruebas
de difícil solución,
mi corazón está sufriendo
porque mi amor terminó.