Siempre que vemos una rama de muérdago colgada lo primero que nos viene a la mente es un beso y la Navidad, porque es un hecho que recibir un beso debajo del muérdago es señal de que la relación entre esas dos personas será de amor eterno y es en Navidad cuando el muérdago ha fructificado y luce sus bayas en todo su esplendor ya que su floración se produce desde Mayo hasta Octubre.
Besarse bajo el muérdago se ha convertido en una tradición común y es ampliamente realizada en el mundo occidental, ya que se consideraría de muy mala suerte que una persona rechazara un beso bajo el muérdago y que dejaría su vida amorosa bastante maltrecha para el año siguiente.
En el siglo XIX era tradición que el hombre arrancara una baya del muérdago por cada chica que besaba y cuando se acababan también debía de acabarse de repartir besos.
Durante la Edad Media se creía que el muérdago era una afrodisiaco potente y que favorecía la fertilidad. No es así, las bayas del muérdago son altamente toxicas y venenosas y la infusión de sus hojas se utiliza como regulador de la presión arterial y únicamente bajo prescripción médica ya que su uso puede ser peligroso y provocar taquicardias.
Las mujeres que deseaban tener un hijo llevaban muérdago en una bolsita o a modo de pulsera alrededor de la muñeca de la mano izquierda.
El Muérdago era la planta sagrada que recogían los druidas con su famosa hoz de oro, al que hacían caer en un paño blanco impoluto cuando lo cortaban para no mancillarlo. Y es por este motivo que la iglesia católica siempre lo ha considerado una planta asociada al paganismo, por lo que nunca se ha visto muérdago en las iglesias por estar prohibido.
Se asociaba esta planta perenne con la protección, la salud, el amor y como antídoto. Plinio el Viejo (23 Ad - 79 dC) fue un autor romano y naturalista. Él escribió lo siguiente acerca de la importancia del muérdago para los druidas:
Besarse bajo el muérdago se ha convertido en una tradición común y es ampliamente realizada en el mundo occidental, ya que se consideraría de muy mala suerte que una persona rechazara un beso bajo el muérdago y que dejaría su vida amorosa bastante maltrecha para el año siguiente.
En el siglo XIX era tradición que el hombre arrancara una baya del muérdago por cada chica que besaba y cuando se acababan también debía de acabarse de repartir besos.
Durante la Edad Media se creía que el muérdago era una afrodisiaco potente y que favorecía la fertilidad. No es así, las bayas del muérdago son altamente toxicas y venenosas y la infusión de sus hojas se utiliza como regulador de la presión arterial y únicamente bajo prescripción médica ya que su uso puede ser peligroso y provocar taquicardias.
Las mujeres que deseaban tener un hijo llevaban muérdago en una bolsita o a modo de pulsera alrededor de la muñeca de la mano izquierda.
El Muérdago era la planta sagrada que recogían los druidas con su famosa hoz de oro, al que hacían caer en un paño blanco impoluto cuando lo cortaban para no mancillarlo. Y es por este motivo que la iglesia católica siempre lo ha considerado una planta asociada al paganismo, por lo que nunca se ha visto muérdago en las iglesias por estar prohibido.
Se asociaba esta planta perenne con la protección, la salud, el amor y como antídoto. Plinio el Viejo (23 Ad - 79 dC) fue un autor romano y naturalista. Él escribió lo siguiente acerca de la importancia del muérdago para los druidas: